martes, agosto 16, 2005

El portero de noche calla.
Las palabras le parecen inútiles
y la noche le derrota.
Su cuerpo ha sido marchitado por el insomnio
y cuando amanece
los gorriones le invitan al desvelo.

El portero de noche vive entre la noche y el día,
colmado de desconcierto,
conversando únicamente con niños y borrachos.
Pensando, y pensando el pensar.
Deseando tener por unos instantes la cabeza vacía.

El portero de noche se colma de si mismo
y quisiera poder desaparecer por unos instantes,
pero el portero de noche debe abrir puertas y escuchar timbres,
mostrarse amable,encender máquinas y ser policía.

Y así pasa algunas de sus noches,
cansado de su propia compañía.